4 d’abr. 2012

EL DILEMA DE LA CIRCULACIÓN SANGUÍNEA Y EL PAPEL DEL CORAZÓN

Desde la antigüedad hasta el siglo XVII, se creía que el movimiento de la sangre no era circular, sino de ida y vuelta dentro del sistema venoso y se creía que habían dos tipos de sangres: una producida por el hígado y otra por el corazón y que ambas eran consumidas por el cuerpo. Estas creencias desfasadas desaparecen durante el periodo Barroco, cuando se dieron grandes cambios en la medicina gracias a un inglés llamado William Harvey, médico reconocido por sus estudios sobre el sistema circulatorio y considerado el padre de la cardiología. Harvey presentó su teoría sobre la circulación sanguínea en su libro “De motu cordis” donde exponía las propiedades de la sangre y la distribución de ésta por todo el cuerpo.
   

El médico inglés también demostró que durante la contracción cardiaca (sístole), la sangre sale de los ventrículos y durante la distensión (diástole), la sangre retorna a las aurículas. Así rechaza la teoría que afirmaba que los vasos sanguíneos contenían aire, también aceptada anteriormente. Asimismo, expone que la circulación de la sangre se realiza desde el ventrículo derecho hasta la aurícula izquierda pasando por los pulmones y de la aurícula derecha al ventrículo izquierdo. Aun así, Harvey no encontró muchos apoyos en sus contemporáneos, más que nada hubo muchas discrepancias, pero René Descartes fue de los únicos que aceptó la teoría del movimiento circular de la sangre.


Esta teoría contenía características propias del mecanicismo, pues entendía el cuerpo humano como una máquina, y por tanto daba soporte al mecanicismo defendido por Descartes. A parte de la visión del cuerpo como máquina, el filósofo francés afirmaba que las arterias y las venas eran tubos que transportaban nutrientes alrededor del cuerpo, la cual cosa coincide con la teoría de Harvey.

El filósofo inglés en su obra también sostuvo que la sístole o movimiento de contracción se debe al propio corazón, el cual es un músculo activo, pero Descartes no aceptó la idea de la contracción autónoma del corazón pues, como anteriormente se creía, aceptó que la máquina humana funcionaba por el calor generado desde el corazón. Este órgano, calentaba la sangre hasta que ésta se hacía gaseosa, seguidamente la sangre pasaba por los pulmones, donde se volvía a condensar y se enfriaba, de aquí, tal y como afirmó Harvey, la sangre pasaba a la aurícula derecha y seguía su recorrido por todo el cuerpo. Además, en opinión del francés, los ventrículos se expanden, no se contraen (como Harvey postuló), puesto que éstos se activan con la llegada de pequeñas cantidades de sangre que se evaporaban de manera muy rápida debido al calor desprendido por el corazón.


Comparando ambas teorías, básicamente encontramos la diferencia en el papel del corazón y el funcionamiento de éste, Descartes lo concibió como una máquina cardiovascular que cumplía el recorrido que Harvey había expuesto, pero que tenía un funcionamiento totalmente diferente al que el filósofo inglés postuló. Con todo esto y con lo que sabemos actualmente, cabe la crítica a Descartes pues aunque ambas teorías han sido de grandísima ayuda en el campo de la medicina, la fisiología y la cardiología, el filósofo francés fue más desencaminado al definir que el movimiento del corazón se basaba en el calor innato que éste desprendía y no como el inglés dijo, en el movimiento del corazón como músculo activo.

Aun así, gracias a estos grandes investigadores, a partir de este momento cambiará por completo la visón del cuerpo humano y al conocer mejor la estructura y fisionomía de nuestro organismo, dejaremos de utilizar a Dios para explicar las enfermedades o dolencias propias de la especie humana.

El resultado fue lo que se denomina la paradoja Harvey-Descartes: un aristotélico creó el primer modelo mecánico para un proceso fisiológico; modelo que adquirió rasgos galénicos cuando fue asumido por el fundador del mecanicismo moderno.


Aquí tenéis un vídeo muy interesante sobre el médico William Harvey, sus investigaciones y la repercusión de éstas en su época, esperemos os guste:



Iona Rodrigo i Pons, Lorena Tolsà Coronado i Javier Almarche Perelló

Descartes y las Matemáticas

14 de març 2012

LA DUDA METÓDICA EN DESCARTES



Descartes tiene como objetivo principal, la búsqueda de unos primeros principios evidentes e indudables (certezas) sobre los cuales se podía construir el edificio del saber, es decir, el edificio de la sabiduría y la ciencia sin error alguno. Esto lo consigue mediante el uso de la DUDA METÓDICA. Pero ¿es Descartes un escéptico?, ¿por qué usa la duda metódica (escepticismo) como método para llegar a la verdad absoluta?, ¿cuál es esa verdad?
Todo esto lo explicamos en esta presentación de power point, esperemos os guste y os sea útil:


Aquí os dejamos también unos vídeos en los cuales se puede relacionar aquello explicado en la exposición sobre el genio maligno, la dificultad entre distinguir la vigilia del sueño así como sobre el escepticismo actual, entre otras cosas, para que podáis identificarlo y relacionarlo con la realidad y el cine. Además bajo tenéis por escrito la relació de la película Matrix con Descartes:


VÍDEOS:


http://www.youtube.com/watch?v=dNBjuPvKTmY (Escepticismo actual- esta en un hipervínculo en el power también)






En Matrix, Morfeo le plantea a Neo, tal y como se plantea Descartes, qué es lo real, y le ofrece un clarísimo ejemplo sobre qué pasaría si no pudiese diferenciar el sueño con la realidad.
También podemos ver al genio maligno en las máquinas, que crean todo un mundo que es una ilusión que engaña al resto.



¿Alguna vez has tenido un sueño, Neo, que pareciese muy real? ¿Qué ocurriría si no pudieras despertar de ese sueño?, ¿cómo distinguirías el mundo de los sueños de la realidad?

¿Qué es real? ¿De qué modo definirías real? Si te refieres a lo que puedes sentir, a lo que puedes oler, a lo que puedes saborear y ver, lo real podría ser señales eléctricas interpretadas por tu cerebro.

¡Cuántas veces me ha sucedido soñar de noche que estaba en este mismo sitio, vestido, sentado junto al fuego, estando en realidad desnudo y metido en la cama!       

Iona Rodrigo i Pons, Daniela Hurtado Reina y Víctor del Moral Ronda